viernes, 11 de enero de 2013

El Efecto Mariposa






Hace unos días descubrí que una de mis pelis fetiche, Watchmen, tenía una versión extendida de más de tres horas de duración, en la cual se explicaban muchas cosas, había tramas enteras nuevas y, en definitiva, el cómic quedaba mejor adaptado, el porqué no me había enterado de esta versión extendida sacada a la venta en 2009 es bien sencillo: no se editó en España, y esto no es nada nuevo, ha pasado y seguirá pasando. Y esto no es por políticas imperialistas de las distribuidoras ni nada por el estilo, simplemente, España es un agujero negro de ventas para las distribuidoras y, a no ser que el estreno sea súper comercial, a nuestro querido país sólo llegan las ediciones sencillas de las películas, o ni eso, pues no hace poco tuve que comprar un biopic de Charles Chaplin en Inglaterra, sin audio castellano, fue imposible otra opción. Y no es que me importe ver las pelis en V.O, todo lo contrario, pero a las personas que pueda dejarles la peli puede que sí.
Vuelvo con las distribuidoras… ellas no son malas ni nada de eso (a veces sí, no nos confundamos, pero no en este campo), lo que pasa es que funcionan como negocio, y si ven que en un país las descargas ilegales anuales superan la población de media Europa, pues… ¿para que van a querer contentar a los consumidores de la península si todo hijo de vecino prefiere descargarse la película en calidad Screener dos semanas después del estreno de la película? Yo no les voy a culpar, claramente, pero la mayoría de las personas se creen que no dañan a nadie pirateando películas, y, en realidad su daño es muy grande, porque en una película cobra desde el director hasta el chico de los cafés de su súper estrella, pasando por técnicos, guionistas, montadores y un largo etc, ese largo etc que nadie se para a mirar cuando acaba la película. Y esto afecta sobre todo en las pequeñas industrias como es la española, no son muchas las producciones que se llevan a cabo y son muchas las familias que se alimentan de ello. Imaginad que vuestro padre es albañil y trabajo a destajo durante todo el día, y por la noche cada persona quita un ladrillo cuan Penélope destejiendo sus telas. Vuestro padre llegaría por la mañana y se empezaría a preguntar de dónde carajo va a sacar el dinero para comprar el pan al mediodía. Y no lo olvidéis… las Bibliotecas aún existen.

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