martes, 22 de mayo de 2012

No queda si no batirnos

No queda sino batirnos. — ¿Batirnos contra quién, don Francisco? — Contra la estupidez, la maldad, la superstición, la envidia y la ignorancia.


        Esta frase, tan repetida por el Quevedo de Reverte, bien valdría de pancarta para las manifestaciones de hoy y las que se sucederán en los próximos meses como las cosas no vayan a mejor. Y es difícil que vayan a mejor en los próximos meses, pues alguien que ha estudiado mínimamente historia o economía sabe ahora mismo estamos en la cúspide del desastre, y que todavía faltan unos cuantos años para salir del hoyo; triste pero cierto. Cerca tenemos el crack del 29, la banca rota en Asia etc, y si algo nos demuestra esto es que el ser humano es avaricioso, y como la avaricia rompió el saco tanto pensó la lechera en el dinero que se le rompieron las tinajas antes de tiempo.
         Lo peor de todo, y si no lo sabéis ya os lo digo yo, es que dentro de unos 20 o 30 años esto volverá a ocurrir, probablemente a causa del petróleo, del agua, o con lo que los gordos de arriba se estén excediendo en esos años y, precisamente, eso es lo que hay que evitar, saber pararle los pies a esta gente antes de que se sobrepasen, no como nos ha ocurrido ahora, que por mucho que hagan ahora las cosas bien ya no se puede arreglar nada, tan sólo mitigar sus efectos.
         Pero no toda la culpa es de los de arriba, también es culpa nuestra en parte, pues la ignorancia en algunos casos, y en otros la avaricia también (a todos nos gusta tener cuanto más, mejor). Con esto hago referencia a todas las personas que confiaron en los bancos, en sus créditos basura y en esas hipotecas de a duro, que crearon una bola de nieve que en pocos meses aplastó el Mundo. 
Si esto no se entiende bien, os dejo a continuación un par de vídeos que explican muy llanamente el porqué de la crisis.





      Para los más entendidos en economía, también podéis ver la película "Margin Call" en la que se ve perfectamente como se encendió la mecha de esta gran bomba mundial. Los menos entendidos también pueden verla, ya que en esencia se entiende, pero se usan muchos tecnicismos económicos, detalles que lastran la película pero que de otra forma no sería natural.

       Este post no pretende ser una queja, sino un empujón en la espalda a mis iguales, a mis contemporáneos, a todos aquellos que con tener diez euretes el sábado para tomarse sus cubatitas son felices, para todos aquellos que no acuden a ninguna huelga porque tienen exámenes... ¿No os dais cuenta que si esto sigue así no tendréis ni dinero para cubatas ni tendréis dinero para pagar vuestra propia carrera? O puede que si lo tengáis pero los propios recortes hayan cerrado vuestro bar o hayan despedido a los profesores suficientes para que tu enseñanza no valga ni una servilleta de "gracias por su visita"
       He puesto estos comentarios porque son con los que me encuentro últimamente; pero lo que más me cabrea es que sé que muchos de los que se quejan del ya nombrado "tasazo" votaron en su día al PP sabían de antemano que en su programa electoral se apoyaba una subida de los costes universitarios además de incrementar las ayudas a las familias que tuvieran hijos en Universidades Privadas, ¿no lo sabías? pues ya lo sabes, ¿tarde? haberte informado antes.
      Lo mejor, normalmente, es que toda la gente de mi edad que se queja es la que después no hace nada, y aunque muchos de los que acuden a todas las manifas van "porque molan" y después se rascan la cabeza cuando se tratan temas importantes de los que no saben ni la media, eso si, tienen cien fotos que ponen de manifiesto lo bien que se lo pasaron en la huelga y que no fueron a clase. Después hay otra subclase de alumnos/as que no van a clase porque hay huelga pero en vez de salir a la calle a luchar por su futuro corren raudos a casa a mirar el Tuenti o el Twitter y vanagloriarse de ello., pero de esos es mejor no hablar.
    Yo tampoco soy el mejor ejemplo para hablar de esto, no he acudido a todos los encuentros ni soy el más revolucionario del mundo aunque lleve barba como el Ché, pero a todas las que voy lo hago con cabeza, sabiendo lo que hago e intentando mejorar como ciudadano en lo que puedo.

Por tanto, pido a todos, tanto jóvenes como adultos, que hoy, día 22 de mayo y huelgas venideras, salgáis a luchar por lo que es vuestro pues nadie lo va a hacer por otros. Qué no os dé vergüenza que dentro de unos años tengáis que explicarle a hijos o nietos como en estos días dejasteis perder sus derechos.


No queda sino batirnos, no queda sino luchar.








jueves, 3 de mayo de 2012

Los Juegos del Hambre




Las adaptaciones de novelas son tan viejas como lo es el propio cine, ya que en la decada de 1910-1920 ya se adaptaban novelas de Shakespeare, incluso antes de que el cine fuera sonoro o que incluso se pasara del simple plano general y se fuera abriendo hueco el plano americano y los consiguientes.
Pero últimamente parece que sólo se sabe escribir sobre novelas o sobre la vida de tal o cual persona, de hecho hace meses que no veo una peli en la cartelera que no sea alguna adaptación. No creo que esto sea malo en exceso, de hecho sirve para conocer obras que de otra forma no habrían llegado a nuestras manos. Por desgracia, los Juegos del Hambre no me ha parecido una película que me haya abierto el apetito de leer la novela, pues, según he leído, no está tan mal adaptada como lo pueden haber estado otras del mismo campo como fue Eragon, ya que el espíritu de la novela está ahí, no como en la adaptación de Paolini, que sólo les faltó cambiar el color del dragón... dragona, perdón.

Los Juegos del Hambre plantea desde el principio una trama poco creíble, que convencerá e intrigará a la gente que le pida normalmente poco al cine. De entrada, se nos plantea una sociedad que se ha unido después de un supuesto apocalipsis. Pero, cual es nuestra sorpresa cuando nos encontramos con un mundo igual que en el que estamos: unos son ricos y otros son pobres, bueno, igual igual no es, ya que los ricos además de ser ricos son cutres en su mayoría.
Después, qué cosa mejor que recordar el perdón y preservar la paz que enfrentar a un grupo de jóvenes a muerte. Eso es inhumano, por lo que me creo más que un rayo de la Estrella de la Muerte se cargue un planeta entero que esta premisa, puesto que Star Wars presenta una irrealidad creíble ya de entrada.
Obviando estos datos, cosa que intenté, se desarrolla una historia familiar adorable que nos hace querer a los buenos y, tras un punto de giro emotivo, nos topamos con una copia más o menos exacta de Battle Royal, pero con mucho más dinero y con peor gusto, supongo que porque se empecina en transformar una historia de supervivencia en otra rutinaria historia de amor adolescente, pero no les culpo, la pela es la pela y es lo que se lleva ahora.
Otro asunto relevante es que si esta sociedad se ha reconstruido de las cenizas, ¿Cómo es posible que hayan evolucionado tanto en tan poco tiempo? Bueno, esto sólo en algunos aspectos (no comentaré más porque sería spoilear, y nunca lo hago).
Quizá de esta película mal balanceada se puedan salvar las interpretaciones de los protagonistas y sus secundarios, que son bastante solventes, aunque en cierta forma se contemplan relaciones entre personajes que alcanzan niveles altos en cuestión de minutos (como por ejemplo la amistad semi amorosa de la protagonista con su modisto particular), pero supongo que esto en el libro será llevado de mejor forma.
También hay que destacar que la película critica fuertemente el consumismo de telebasura actual, lo cual también es alarmante y debería ser tratado con seriedad; Sálvame está haciendo mucho daño a muchas abuelitas (y no tan abuelitas).

En definitiva Los Juegos del Hambre sufre de raquitismo galopante y, ¿para que voy a comentar aspectos de imagen o música cuando ya la base está torcida?