sábado, 25 de junio de 2011

Hanna

Erase una vez, en el mundo de los hermanos Grimm, una niña albina que había sido entrenada por su padre desde su nacimiento para matar a la bruja del cuento.
Y sí, Hanna se podría resumir en esta línea y media de este humilde blog, pero aunque parezca una trama lineal y sencilla, no lo es, pues tiene muchos temas en los que indagar. También decir que este film americano está en el limbo que separa las películas comerciales y las más independientes, ya que aunque cuenta con una temática profunda y visceral, también tiene en su haber un par de caras bastante conocidas que, por suerte, no han deslumbrado en la pantalla ni quitado el protagonismo a quién de verdad lo tiene, Saoirse Ronan, que tiene que interpretar el papel atormentado a la par que inocente de Hanna. Decir que este personaje sufre un gran cambio a lo largo del metraje, se podría decir que a la misma velocidad que la chica cambia de país, incluido España, en donde asistimos a la ya cansina actuación de flamenco y al gran momento teen de la película que es uno de los mejores momentos de la cinta. Aparte de la actuación más que notable de esta americana de raíces irlandesas que ya ha cosechado numerosas nominaciones en su corta carrera, resaltaría el papel que hacen el payaso y la abuela de Hanna, de los cuales no he podido encontrar su nombre, pero me han parecido tan buenos como breves sus apariciones; más tiempo aparecen en pantalla Erik Banna y Kate Blanchet, que pasan por la pantalla sin pena ni gloria.
Este cuento nos viene relatado por Joe Wright, que, acostumbrado a relatos más tranquilos se ha metido en esta historia como quien lo hace en la boca del lobo y llega a marear en algunos tramos de la película.
Es loable el trabajo de Alwin H. Kuchler, que resalta con su fotografía al principio y al final de la película y le da en esos momentos un auténtico clima de cuento a la película. También, en estos tiempos en los que desde Hollywood sólo llegan fritos y refritos de otras películas, se agradece el guión fresco, trepidante y con grandes dosis de suspense de David Farr, Seth Lochhead y Joe Penhall que nos brindan además con algún que otro guiño como el atuendo amarillo ensangrentado de Tom Hollander, que bien nos podría recordar al traje de cuero de Uma Thruman de Kill Bill, la cual guarda paralelismos con esta historia.
Pero, sin duda, la elección más arriesgada ha sido la de la música, capitaneada por The Chemical Brothers que, aunque se funde perfectamente con el celuloide, puede a veces llamar demasiado la atención e incluso hacer que la película parezca una discoteca cuando la música maquinera se une a los movimientos locos de cámara.
Pero como decía al principio, Hanna es más que una línea de texto, ya que como todo cuento tiene su moraleja, y en esta película nos enfrentaremos sobre todo a la infancia perdida que sufren muchos niños y a un tema moralista que no desvelaré en estas líneas.

viernes, 24 de junio de 2011

Reset

Iremos por partes:

Hace apenas dos días fuimos a acompañar a nuestro ya amigo Manolo Madrid a un pueblo "cercano" a Valladolid llamado Langayo, en el cual iba a dar un recital de poesía. Yo acudí con especial interés puesto que aún no lo había oído recitar y, la verdad, no me decepcionó en absoluto.Además, el bueno de Manolo nos hizo publicidad y vendimos los dos ejemplares que llevamos de Guardianes de la Luz con facilidad. Después pudimos disfrutar de una agradable conversación con los habitantes del pueblo, en especial la alcaldesa, el cura y Marichi, una mujer que es jurado en el concuso Café Compás de Valladolid. Más tarde, con una compañía aún mayor, pudimos degustar una gran barbacoa que hicieron los habitantes del pueblo. Con la panza llena, Alejandro y yo dimos una vuelta por el pueblo, pues ya que habíamos ido, había que recorrer sus calles como poco. Decir que aunque Langayo sea pequeño es muy bonito y está coronado por una iglesia preciosa y sus gentes son de lo más agradables.

Pero la causa del reset, de ese volver a empezar, es que hoy he comenzado a reparar, mejorar y crear la segunda parte de Guardianes de la Luz, otra vez vuelta al trabajo, esperemos que para parir una novela mucho mejor que la primera y que haga las delicias de todo el mundo.

miércoles, 15 de junio de 2011

Muñecas rusas

Aquí os dejo una experiencia onírica que he decidido pasar a relato, gracias a dios he podido recordar lo suficiente del sueño para poder plantearlo aquí con fidelidad, cosa que pocas veces ocurre. Espero que os guste Charloteros:




Sin duda aquella noche de fiesta había sido inolvidable, había bebido, bailado y, sobre todo, reído. Aquella noche mis posaderas, mi costado y, por qué no, mi desorientada cabeza tendrían reposo en la casa de mi abuela. Las luces de las farolas me indicaban el camino, aunque veía su haz de luz más difuso de lo normal. ---Maldito ron -me dije-. Ya no volveré a ver.
Creo que era la decimoquinta vez que me decía esas palabras...¿o ya iba por las veinte?
En estos intimismos estaba yo cuando llegué a la puerta del portal. Para mi sorpresa abrí la puerta a la primera y comencé a subir por las escaleras, a las que tuve que prestar mis cinco sentidos para que no se movieran del sitio. Ya en el rellano, tome aire y me di un par de tortas, total, mi abuela podría no haberse dormido aún y no había que dar mala presencia. Abrí la puerta, de nuevo a la primera.
-Debería entrar esto en el Guinnes de los Récords -pensé.
Como había predicho, mi abuela estaba durmiendo en el salón, tapada con su manda. En la tele ya estaba la teletienda. De repente se me vino a la cabeza la frasecita de la batamanta que decía: abracadabra, tápate guarra. El problema es que lo dije en alto y me empecé a reír en medio del salón, lo cual hizo despertar a mi abuela. Creo que la idea de pasar por sobrio no iba a resultar ya efectiva.
Por suerte, mi abuela, que a esas horas ya no coordinaba, no se dio cuenta de que llevaba un par de cubatas de más y me hizo sentar en el orejero. Me empezó a preguntar que si había ligado, cuando sabe que tengo novia desde hace más de un año; según ella "hay que estar con todas y con ninguna". De repente a la mujer le dio por preguntarle a un tal Roberto que que tal la noche. Yo al principio achaqué la pregunta de mi abuela a mi propio sueño o a que a ella se le habían quedado las preguntas almacenadas en la memoria a corto plazo de la Salsa Rosa; pero no, de repente una voz sonó de detrás de mí.
Junto al sillón estaba mi compañero de clase Roberto, al cual hacía que no veía varios días y con el que, por supuesto, no había salido. En ese momento todo se congeló, como en las películas, y me levanté del asiento mientras todo permanecía quieto, fue entonces cuando comenzó mi divagación:
-No es posible que Roberto esté aquí, pues no he salido con él y hace días que no lo veo, además, que coño, nadie ha venido conmigo. Debo estar soñando.
De repente, una fuerza me agarró por el cogote y desaparecí de allí... fundí a negro para esperar ver los créditos de una película que no llegaron.
Tras un largo silencio en la oscuridad me encontré echado en lo que parecía un sofá, pero con una peculiaridad: no podía moverme ni un ápice, tan sólo mis globos oculares lo podían hacer. De imprevisto, el sofá se transformó en una superficie más grande y mullida, como una cama, pero no pude deducirlo con certeza pues seguía en tinieblas y sin poder moverme. A los pocos segundos la supuesta cama se transformó de nuevo en sofá.
Tras un prolongado silencio se empezó a escuchar un ruido, que agudizando mi oído pude asignar a una respiración. Aquella respiración se fue incrementando, es más, cada vez se asemejaba a un jadeo. Me entró el miedo, seguía sin poder moverme, no veía nada y algo se estaba acercando.
Aquel jadeo no era un jadeo normal, parecía como el gemido de una persona a la que han rajado el cuello y el aire no llega a los pulmones por que campa libre a través de la tráquea quebrada. Me vino a la cabeza la imagen de una bestia con los ojos inyectados en sangre y el miedo aumentó. Quise gritar, pero mis dientes estaban pegados y, al hacer fuerza, se estiraban y agrietaban, como si fueran caramelo derretido.
Por fin mis extremidades superiores empezaron a responder vagamente, lo suficiente como para comprobar que mis manos se habían transformado en hoces como las usadas por Panoramix. El sonido acongojante estaba ya detrás de mí cuando el tiempo se volvió a congelar. Pude volver a moverme y mis dientes volvieron a su tamaño normal.
-Bueno, ya valió la bobada... lo primero ¿como voy a tener cuchillas en vez de manos? Creo que mi afición por Lobezno se ha pasado de la raya. Debo estar soñando pero... ¿un sueño dentro de un sueño?
De nuevo aquella fuerza extraña me abdujo y caí por fin en mi cama a tiempo de oír el reloj que me avisaba para ir a clase...


A lo mejor eran mejor las manos como hoces...

martes, 14 de junio de 2011

Insidious






Retomo el blog de nuevo (siento no actualizar tanto, pero ya sabeís, los examenes, la promoción del libro etc) para hablar de una película que traía cola desde su extreno, y yo, no habiendo gran cosa en la cartelera zamorana, decidí llevarme arrastrar por la polémica hasta la sala de Insidious, pese a no ser amigo de las comedias de terror (precisamente por eso, porque pocas logran hacerme sentirme incómodo en la butaca).

Insidious es una película que no es fácil de calificar, pues a ratos es sobresaliente y a ratos es realmente absurda. Sin duda, que el director de esta película sea James Wan ya es todo un aliciente, pues suya es la perfecta Saw (aunque luego fuera degenerando) y, al parecer, será el director de una futura Castelvania. James ha rodado entre este mundo y el más allá, por tanto se podría decir que la película se puede dividir en dos partes diferenciadas, como ocurre casi siempre que hay una posesión de por medio.
Tras ver un título penetrante (de lo más destacado de todo el film), se nos presenta, en el limbo de esta historia a Patrick Wilson y Rose Byrne, dos actores que vienen ambos de hacer películas de superhéroes, uno con la excelente Watchmen y la otra con la reciente y decente X Men: Primera generación. Pero ojo, hablar de superhéroes no es hablar de situaciones paranormales, ahí lo dejo.
Digamos que la primera parte de la película, en la que todo transcurre con normalidad, el film camina fotograma a fotograma con fluidez, aunque el primer punto de ruptura en la trama se hace de rogar.
Y, llegados a este cisma, se presenta el grupo que intentará deshacer el entuerto del niño poseído, que a muchos les parecerá poco menos que absurdo, pues les recordará a los cazafantasmas, ya que van hasta arriba de objetos frikis y teorías más bien increíbles. También se nos presenta a una mujer histriónica (Lin Shaye), que perfectamente podría ser la mujer loca de los gatos que aparece en los Simpson; digamos que el pasado cómico de esta actriz no le ha hecho mucho bien a la seriedad que debería tener la película, aunque, por suerte, esto no sucede en todo el metraje.
Exceptuando esta presentación más bien infantil de la segunda parte que conformaría la totalidad de la película, se podría decir que el resto está todo más que correcto, pues se produce una total unión entre ambientación e interpretación; es cuando la historia puede dar realmente miedo, sobre todo con la figura del demonio que, sin duda, será uno de los personajes trascendentes de la historia. Aunque la historia en esta parte no aburre y tiene sus logrados cambios de guión, el transcurso se hace más torpe, parece que el guión ha sido más descuidado aquí cuando en realidad tendría que haber sido al revés, algo que me parece extraño siendo el mismo director el encargado de ello, aunque perfectamente se podría aplicar aquí el dicho de que el hábito no hace al monje.
Como culmen de esta historia tendríamos el limbo de estos "viajeros", que zambullen al espectador en su propia oscuridad y sirve de reflexión de todos los temas que aquí se tratan, ya que no nos vamos a topar con una historia superficial ni mucho menos. También mencionar la música de Joseph Bishara, que acompaña y se hace notar en toda la película, resaltando los momentos finales en los que Patrick Wilson busca a su hijo, con esa ambientación penetrante que se asemeja al ruido de un reloj mezclado con el sonido de un payaso saliendo de su caja.
Insidious pues, nos ofrece una historia de terror, que resulta ser una decente fusión de casas fantasma y exorcismos, que abre y cierra con un título perturbador y que más de uno verá latente en sus ojos horas después los afilados ojos de los demonios que contiene.

miércoles, 1 de junio de 2011

Asalto a Haroti Bank

Aquí os dejo el famoso corto de las 36 HSF montado con tiempo, ya que si tuviera aquí el corto que montamos en el propio festival veríais una enorme diferencia. Espero que os guste, se hizo lo que se pudo.