lunes, 21 de febrero de 2011

Valor de Ley






Se dice, y yo también lo digo, que los hermanos Coen hacen genialidades y hacen bodrios (como la mayoría supongo), pero a mi parecer, nunca llegan a decepcionar. Para mí pues, Valor de Ley no es una genialidad pero ni mucho menos una mala película, aunque sin duda alguna no creo que vaya a ser una gran trienfadora en la noche de los Oscar.
He de decir que no he visto la original, pero yo creo que no hay que entrar en comparaciones si se quiere valorar esta película como algo independiente (que es lo que quieren ellos). No obstante, y sin más dilación, entraré ya a comentar la cara y la cruz del tema que nos acontece.
Tras un comienzo original y cómico en la horca, se nos centra en la historia con un ritmo lento pero no aburrido (al contrario que en la reicente Más allá de la vida), y se nos presenta el problema como en cualquier otro Western (de tono crepuscular en este caso, al igual que en las últimas películas del género).
Desde la primera escena, ya te das cuenta de que la joven Haile Steinfeld se va a comer a un Jeff Bridges también correcto pero que no recibe todo el peso de la película. De Matt Damon no hablo, pues no considero que tenga un papel que le pueda hacer frente a los antes dichos y, ni mucho menos el de Josh Brolin, que estuvo bastante mejor en No es pas para viejos.
Dejando a parte el más que notable elenco de actores y la estupenda realización que caracteriza a los Cohen y que paso de comentar ya que es en algo que día a día mejoran, debo discrepar con el guión que, aunque tiene sus grandes momentos (tanto de acción y suspense como de humor) deja que desear.
Como ya he dicho, no he visto la original y, por tanto, a lo mejor el texto antiguo es imposible de mejorar sin hacer una historia totalemente nueva pero creo que se podía haber sacado la suficiente chicha para que esas 10 nominaciones hubieran sido justas.
Por ejemplo, los Coen saben crear personajes, personajes buenos, pero siempre hay alguno que malgastan, como es para mí en este caso el dentista, que esperé hasta el último momento que reapareciera. También he de decir que, aunque no han abusado ni mucho menos de los tópicos westernianos, cosa que se agradece, el desenlace del film es un soberano fracaso que no hace sino turbiar el resultado final (aunque no es ni mucho menos uno tan brusco como el de No es País para Viejos sí es más desagradable), ya que tira de un tópico bastante machacado que no comentaré pues revelaría casi toda la película con él.
Sobre la música de carter Burwell (habitual ya de los Coen) decir también que es la adecuada y, aunque buena, le pasa igual que a la película, no emociona.

Como siempre, esas 10 nominaciones me hacían pensar que iba a ver un gran film, pero me tendría que haber caído de la mula ya el año pasado con las nominaciones de "En tierra hostil" y su posterior derrota.
Sinceramente, no creo que Valor de ley sea la gran triunfadora de los Óscar.

martes, 1 de febrero de 2011

Más allá de la vida




En EE UU, un país en el que resiste Clint Eastwood siempre al invasor...ya no existe.
Pero para nada se trata de un degollamiento ni una herida mortal, pero sí un esguince que se deba tener en cuenta, al igual que otros anteriores, como el sufrido con "El Intercambio"
Eastwood no ha llegado a la altura de su propio listón, pero tratándose de él, no se le puede pedir siempre dieces, a veces el niño se cansa de estudiar tanto; es como si pretendiéramos que todos los cuadros de Velázquez fueran la rendición de Breda o las Meninas.
Mucha culpa de ello la tiene un guión sin apenas matizar de Peter Morgan, lo cual es extraño pues ya está curtido en los dramas sociales y políticos (suya es la gran "El rey de Escocia")
De entrada, los cinco primeros minutos de metraje me parecieron inmejorables, tanto técnica como emocionalmente, que sin duda supera en realismo a cualquier película catastrófica... y creo que es el gran problema de la película, que tras un trepidante comienzo le siguen casi dos horas de metraje lento con apenas tres picos de interés y, aunque estos picos tienen una carga emocional tan grande, al final de la película se te quedan más bien pocas cosas (además de un incorrecto final, más abierto que un ángulo de 180º)
Como rezaban muchos titulares a lo largo y ancho del mundo, "Más allá de la vida" es técnicamente difícil de superar, pero eso no es suficiente para crear una obra maestra como para muchos es "Mystic River".
Otro aspecto importante que enturbia el resultado final es que la película tiene un rumbo distinto al que le habían dado al principio, ya que más que acercarse a "El sexto sentido" o "Ghost" se asemeja más a otros productos como "Siete Almas", lo que vengo a decir es que, en lo que viene refiriendose a espiritualismo, hay más bien poco; pero, en cambio, aquí hay mucho perdón y reflexión sobre la soledad.
Las actuaciones son otro punto fuerte de la película, y Matt Damon hace un papel que no le tiene nada que envidiar a su anterior trabajo en Invictus. Mi mayor sorpresa para mí aquí ha sido la química existente entre el protagonista y Bryce Dallas Howard (que repasa cualquier papel anterior), mucho mayor y convincente que la que mantiene con Cécile de France. Y, en líneas generales, estos son los actores que destacan un poco del elenco general.
Por último, visualmente es correcta, no hay nada que añadir al trabajo de Tom Stern, que incluso de vez en cuando se permite alguna genialidad. Respecto a la música, del propio Eastwood (en estos casos me recuerda a Chaplin) también es correcta, pero no emociona todo lo que debería y, para esta película, era necesario.

En definitiva, Eastwood no nos muestra otra gran obra maestra como esperábamos, pero, ni mucho menos, estamos ante una mala película, aunque si a Gran Torino sólo le dieron un Oscar de los menores, mucho menos va a cosechar "Más allá de la vida".