domingo, 5 de mayo de 2013

Fantasmas de mi país


Os dejo a continuación un poema que aparece a lo largo del cómic "fantasmas de mi país" del capitán américa, espero que lo disfrutéis y que os animéis a leer más cómics, ya que, al fin y al cabo, son un arte más y la antesala del cine.



"Oigo a un fantasma de mi país
que se ha vuelto real en este día.

El sonido de su llanto al nacer
me arranca de las garras de la tiranía.

Nos hemos comprometido en una justa declaración
de la cual soy un orgulloso arquitecto.

Oigo a un fantasma de mi país,
es la promesa de todo objeto de mi afecto.

Oigo a un fantasma de mi país,
a través de la lluvia y el viento amenazante.

A través del atronador sonido de los cañones
a través del clarín retumbante.

Veo un batallón de ángeles que ningún proyectil
de carmesí fulgor ocultará.

¡veo a un fantasma de mi país,
en cuyos hombres se define a la perfección!

¡Con la gloria de dios protegiéndonos
defenderemos nuestra posición!

¡Y aunque nos enfrentemos al mayor de los peligros
ninguno se rendirá o huirá!

¡Veo a un fantasma de mi país, muchachos,
un país que siempre libre será.

Oigo a un fantasma de mi país,
un espectro que el porvenir ha mostrado.

Ha nacido de horrendas acciones,
por una orden infernal guiado.

Grita con voz iracunda,
de un mensaje de odio alimentado.

oigo ahora a un fantasma de mi país,
una voz que con mi concurso se ha creado.

Sueño con un fantasma de mi país
Sueño con cielos familiares.

Aunque nuestras voces estén calladas,
aun soñamos con nuestro hogar,
y un millar de despedidas no pronunciadas.

Soy un fantasma de mi país,
siempre seré de mi país.

He capeado los temporales de mis enemigos,
en nombre de la tierra de la libertad.

He forzado los límites de la determinación,
he escapado de los confines de la Tierra.

Toda mi vida he jurado defender
los ideales de esta tierra.

Soy un fantasma de mi país,
siempre seré de mi país.

He nacido en el corazón de una nación,
mi dulce tierra de la libertad.

Me encuentro en las almas de los caídos,
insuflando vida en su recuerdo.

Soy un fantasma de mi país,
y mi país es un fantasma de mí.



Lo curioso del cómic es que comienza en la guerra de secesión y acaba en los atentados del 11 S, teniendo como protagonista al capitán américa, que aparece como una versión fantasmagórica que representa, como siempre, los valores de un patriota y un ciudadano, los cuales quedan impresos en estos versos.

Os dejo a continuación algunas páginas del cómic.




  

y un enlace a una página dónde comentan el volumen dónde está incorporado: teatro de guerra






viernes, 3 de mayo de 2013

El Salón Olimpiada





Hace diez años, es decir, dos días, los jóvenes de Zamora tenían las tardes del fin de semana bien resueltas: ir a Olimpiada.
            Para nosotros, aquello era mejor que cualquier pub o discoteca de la ciudad, allí estaba toda la gente de nuestra edad y podías ver a la mayoría de tus amigos tan sólo con peinar la zona. Si te gestionabas bien y no perdías mucho al futbolín con dos euros tenías para toda la tarde (a mí incluso las primeras veces que fui me daban veinte duros).
            El plan era sencillo: jugar al billar, al futbolín o jugar en las máquinas al “Metal Slug”, al “Puzzle Bubble” o al “Pang”, entre otros. Eran juegos que, sin gozar de la gran calidad tecnológica de los actuales, podían entretener durante horas (y aún lo siguen haciendo).
            Después, si veías que la tarde se volvía monótona y hacía buen tiempo (o no, eso nos daba un poco igual), pues ibas de paseo hasta la catedral y, si andabas bien de pasta, pues te cogías un helado en la Valenciana. Y tan contento, bueno, a lo mejor te arreabas a guantazos con alguno, pero eso era un mal menor.
            En cambio, la muchachada de hoy en día está agilipollada; ya cuando yo estaba de esta guisa las chicas se arreglaban, pero ahora llevan más pintura encima que un cuadro de El Greco. Que se mentalicen que el chico que las quiera las va a tener que querer sin todo ese potingue encima. Los chicos también tienen lo suyo, a nada que les dices ya te están jurando por Cristo y la Virgen.
            Olimpiada cerró, bien por su jubilación (merecida), bien porque la clientela había cambiado… a peor.
            Podéis ir a cualquier bar de Zamora que sea frecuentado digamos por gente adulta, de más de veinte o veinticinco años hasta unos cincuenta; podréis comprobar que, excepto la zona de Los Lobos o los bares de jubilados, el resto está inundado por esta juventud que tan sólo sabe sentase a tomarse su “capuchino” (yo con catorce o quince años desconocía este término), con el cual se tiran toda la tarde sentados en el mismo bar, hablar de con quién han ligado, y a qué hora quedan para ir a Herreros, porque ya son muy mayores y tienen que salir.
            Padres de este nuevo mundo… estáis creando monstruos que quieren ser mayores sin haber conocido su infancia… y ésta no vuelve.