Hace semanas llegó a
mis oídos lo que parecía una broma: se había montado en IFEZA la Feria de
Abril, es decir, sevillanas, comida andaluza y todo el arte del sur de España
en Zamora… en serio, ¿Lo pensaron seriamente los organizadores?
¿Para qué montar algo propio, que
motivos tenemos de sobra, cuándo podemos dedicar dinero y recursos en
glorificar algo de fuera de nuestra comunidad? Y más estando a la vuelta
Villalar, pero claro, esa es una fiesta de rojillos y perroflautas, no me
acordaba, es mejor bailar unas sevillanas y dejar de lado los bailes regionales
que comer un arroz a la zamorana en el campo con la familia.
Y
claro que es bueno que se beneficien los hosteleros de Zamora, pero digo yo que
se podría potenciar su economía sin necesidad de recurrir a elementos externos.
Lo siguiente supongo que serán unos San Fermines por Santa Clara o, mucho
mejor, unas Fallas, así al menos veríamos por la ciudad alguna carroza que
valiera la pena (hablar de las de la Cabalgata ocuparía otro artículo).
Y el elemento en discordia, como siempre, ha
sido el día 23 de Abril, San Jorge, patrón de la lectura. Daba gusto andar por
los puestos de libros de la ciudad, con música amenizando la compra de novelas,
cuentos etc, ¿no os suena? Claro que no, ¡POR QUE NO HUBO NADA!
Yo estuve en la feria de Sant Jordi
en Barcelona, y sí se compran libros, había toda una marabunta de gente en la
calle y las tiendas, aprovechando los descuentos y conociendo a sus autores, y
esto no es porque sea Barcelona no, es porque se sabe vender el producto, igual
que un pescado hay que presentarlo bien para que la gente lo compre aunque esté
podrido, un libro también, cuatro casetas blancas no llaman la atención de
nadie.
Alguno dirá que si ha habido feria,
que han puesto cuatro libros el miércoles y el jueves, días lectivos en los que
la gente se anima mucho a pasear después de trabajar en vez de descansar en
casa para la nueva jornada, para qué aprovechar el Domingo, si nadie sale de
casa, mejor ir a misa y tomarse los cuatro calamares en el bar Manolo.
En Zamora no sabemos mirar por el
bien de la comunidad, y no sólo hablo de empresas, en las cofradías, bares y
demás rige y regirá el “ande yo caliente, ríase la gente” y así nos va.