martes, 31 de mayo de 2011

Vuelta a casa

Hoy, día 31 de Mayo, volví a sentarme en una de las aulas de mi antiguo colegio María Inmaculada, en el cual cursé desde segundo de primaria hasta cuarto de la E.S.O. Mucho no ha cambiado el centro, pero sí sus gentes... apenas quedan cuatro profesores de los que me dieron a mi clase, y esos mismos pocos fueron los que me dieron la gran bienvenida, en especial Jesús, Alonso y la directora, Sor Mercedes.
Como digo ha sido un reencuentro con la infancia y la pubertad que ya se van quedando rezagadas en el tiempo. En aquellos días apenas había que preocuparse por estudiar y todos eran tus amigos. Hoy en día estas agobiado de hacer trabajos y exámenes y apenas conservas cuatro amigos de por entonces... aunque duela reconocerlo, la vida es como un gran cúmulo de conexiones, y ciertas conexiones solo se producen un tiempo determinado o incluso en sólo un momento de tu vida.
Pero volví por un buen motivo: presentar mi trabajo a los muchachos de la educación secundaria. Y digo que fui a presentar mi trabajo y el de Alejandro porque mi intención no era vender la novela a los chicos, eso quedaba en un plano secundario, mi intención era hablarles de como se trabaja en equipo, de como se lucha por algo en lo que crees, en definitiva, de como se puede conducir una vida. Todo esto lo intenté sin querer parecer el abuelo carca claro está, pues ni yo mismo soy el ejemplo perfecto para hablar de estos asuntos, pero lo intenté, que no es poco.
La verdad me siento bastante agradecido por la atención que recibí de los chicos, que guardaron el debido respeto, no sé si porque de verdad le interesaba lo que estaba contando o porque sus profesores estaban presentes (lo más seguro es que sea lo segundo).
Tras dos horas hablando me agradó que me preguntaran cosas de mi propia vida y otras cosas que le habían intrigado, pero lo que más, que alguno ya se había acabado la novela y le había encantado, eso sin duda fue lo mejor que me podía llevar de esta mañana.
Lamento, no obstante, no poder haber contado con la compañía de mi amigo Alejandro, que actualmente está siendo vapuleado por una jauría de perros sarnosos en Valladolid (esto es arquitectura en términos vulgares), porque de seguro hubiera tenido muchas cosas que añadir y rematar, pues fijo que algo me habré quedado en el tintero hoy.

Concluiré por tanto que mi intención de intentar hacer ver a los chicos y chicas que tienen que luchar y creer en su futuro y que leer es una de las mejores cosas que pueden hacer ha sido resulta con solvencia... otra cosa es que me hagan caso.

Y para terminar deciros que Guardianes de la Luz sigue viento en popa a toda vela y que de momento hemos vendido ya más de 100 ejemplares aún no llevando ni un mes a la venta... ¿No está mal no?

2 comentarios:

  1. Por cierto, el otro día me dijo el director de la Laboral que también ibais a presentar el libro allí.

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