viernes, 14 de diciembre de 2012

El Hobbit y la nueva revolución del cine





     Hace unas horas fui a ver El Hobbit con más miedo que un niño en su primera vez en el dentista, muchas críticas nefastas alumbraban con luz oscura la película, y mis propios pensamientos tampoco hacían presagiar nada bueno, por suerte, me equivoqué, y mucho.
     El primer inconveniente que creía que se iba a producir es el del asunto de los 48 FPS y, ciertamente desconcierta los primeros minutos, hasta que nuestro ojo se acostumbra, pero ciertamente supone una gran mejora que espero que se implante definitivamente a lo largo del tiempo, es el futuro, sobre todo para el 3D, que lo logra camuflar por fin totalmente, introduciéndote totalmente en la película y dando un realismo que los 24 FPS no lograban ni lograrán nunca, ya que técnicamente es imposible.
     El segundo iba a ser que el texto del que parte era mucho más exiguo que el de ESDLA, por lo que era de esperar que diera lugar a una película soporífera, que, dada sus secuelas, no podía permitírselo, en ese aspecto también me equivoqué, pero gracias a que Peter Jackson ha intruducido unas cuantas tramas que en el libro original no aparecen, como la de Radagast el Pardo o la del Némesis de Thorin, así como la charla entre Saruman y Gandalf, entre otras. Todo esto sirve sin duda para dejar puertas abiertas a las demás películas que el libro en sí no podía tener dado que es una pieza única y para poder darle un ritmo que el texto original tampoco tiene. Equiparando, aunque no se debería entrar en comparaciones, El Hobbit tiene un ritmo a caballo entre La Comunidad del Anillo y Las Dos Torres. Aún todo esto, hay escenas que deberían haber sido más cortas, con dos horas y algo esta película hubiera resultado mejor parada.
     El tercer y último inconveniente era el tono de la adaptación, ya que El Hobbit es mucho más infantil que El Señor de los Anillos, aunque se comparten personajes, pero Peter Jackson ha sabido salir al paso bastante bien, y se ha sabido reír de la película en los momentos indicados, hasta se ha permitido una canción con cierto tono Disney que a mí, personalmente, me ha agradado.
     Saltados estos resortes ya sólo queda sentarte a disfrutar de los bellos parajes de la película y los grandes escenarios. En esta primera parte descubrimos Erebor, que es soberbia, y que seguramente será ampliamente explotada en las siguientes partes. La fotografía de esta saga siempre ha sido muy correcta, pero en esta se antoja demasiado artificial, puede que sea por la nueva tecnología, pero hay veces que todo puede resultar hasta falso. Es en este instante cuando nuestros oídos ocupan la atención de nuestro cerebro y nos advierten de que el sonido que llega a nuestros oídos es excelente y, ciertamente, Howard Shore se podría decir que ha dejado toda su alma en esta película y ha dotado de vida musical a cada uno de los elementos de la película, desde Gandalf hasta una "mísera" espada, sin dejar de lado el tema central, cuya base es el ritmo de la canción solemne que canta Thorin al comienzo de la película.
     Una vez más, Andy Serkins pega un toque de atención a las altas esferas con una exquisita actuación con Gollum, que entrega a la película una de las secuencias más ricas en cuanto a interpretaciones y tensión dramática. Nuestro nuevo Bilbo, Martin Freeman da perfectamente el pego como Hobbit, con ese aire inglés de clase alta que tienen los medianos, y a un artomentado Richard Armitage en la piel de Thorin, que seguramente crecerá en las partes futuras. Tenemos también a un Sir Ian McKellen de nuevo como Gandalf, aunque bien diferenciado del visto anterioremente, ya que aquí tiene un papel mucho más paternal. Para el resto, sinceramente, no hay tiempo, hay demasiados personajes y poco tiempo que perder, por lo que sólo hay pequeños destellos de uno u otro.
     El Hobbit no es una película redonda, pero plantea unos buenos cimientos para las siguientes entregas, que, esperemos, no defrauden a todos los seguidores de la Tierra Media        




2 comentarios:

  1. Tengo ganas de leer opiniones verdaderamente personales sobre "La vida de Pi". ¿La has visto? ¿Piensas comentarla?

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  2. Pues no la he visto, pero en mi círculo cultural, por así decirlo no ha gustado mucho, quizá por eso me ha tirado para atrás el ir a verla, aunque no lo descarto aún.

    Simplemente decían que como apuesta funcionaba muy bien, pero que a nivel dramático dejaba mucho que desear.

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