jueves, 12 de julio de 2012

Córdoba, la inesperada.


       Hace unos meses presenté un proyecto para solicitar la beca de la Fundación Antonio Gala, la cual va dirigida a promocionar la vida creativa de los jóvenes de todos los países hispano hablantes. Mi proyecto consistía en la transformación del Cerco de Zamora en una novela, y contar de esta forma un episodio de la historia de España de una forma que aún no ha sido narrada.

        Hasta el momento del veredicto, como bien sabéis, me aceptaron en la ESCAC, y yo ya estaba con un pie en Barcelona pero, cual fue mi sorpresa, cuando la semana pasada me llamaron desde Córdoba para decirme que mi proyecto había sido preseleccionado entre más de 2000 solicitudes, todo un logro.
        La parte difícil ya había pasado, ahora sólo dependía de mí mismo para pasar al siguiente nivel. El siguiente proceso de selección consistía en ser entrevistado por un tribunal en la propia Córdoba, que sería el encargado de decidir que proyectos finalmente serían financiados para el siguiente año.

        Así pues, en un viaje exprés, me planté en una Córdoba a 37 grados, sofocante; pero yo iba a lo mío. Entré en la sede de la fundación, que está ubicada en un antiguo monasterio, bastante grande y acogedor. esperé mi turno y, cuando accedí a la sala de entrevistas, descubrí que allí estaba Antonio Gala en persona, que al contrario de lo que piensa la habladuría popular, yo lo vi bastante bien de salud.



       Después de los correspondientes saludos (al propio Gala, a la directora de la fundación etc), comenzó una batería de preguntas, no tan agresiva como me esperaba, lo cual no sé si es bueno o malo; en ellas respondí a cosas sobre mi proyecto, la forma en que pensaba desarrollarlo, como era yo en convivencia etc.  A pesar de todo esto, hubo tiempo con el propio Gala hasta para disertar del origen de mi apellido Garrote y de la semana Santa de aquí, la cual me tocó defender por que él estaba en desacuerdo con algunas cosillas, todo desde el respeto, claro.

    Tras una media hora de entrevista abandoné la fundación y la ciudad con buen sabor de boca, ya que si finalmente no soy aceptado me llevo una grata experiencia. en caso de ganar, el cine deberá esperar un año, no todos los días se gana una plaza en este tipo de becas.


P.D: muchas gracias a todos los que me ayudasteis a realizar el proyecto, sin vosotros puede que esto ahora no estuviera escrito.



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