lunes, 26 de octubre de 2009

3D… ¿Merece la pena?

Antes de entrar en materia, explicar primero que es en sí el 3D:

Esta técnica, que no es nueva ni mucho menos, se consigue grabando las escenas con dos cámaras distintas, una graba las imágenes que percibirá el ojo derecho y otra las del ojo izquierdo. Estás cámaras graban más fotogramas por segundo que los que nuestros ojos son capaces de percibir, y cuando se proyectan las dos grabaciones a la vez y se juntan, el dispositivo instalado en las gafas hace que tengamos esa sensación de profundidad, pero en realidad, más que tecnología, es una cuestión ocular, pues si pudiéramos captar más fotogramas por segundo, el 3D no sería posible, o bien sería más difícil de producir.

Y ya metiéndome en el tema central, decir, como primer punto, que el 3D se decidió reimplantar como recurso contra la piratería, para acercar de nuevo al público a las salas.

De entrada, los cines han tenido que comprar nuevos proyectores, agenciarse las gafas etc etc, lo que ha acarreado que este nuevo modo de ver el cine sea algo más caro que el convencional, lo que, a su vez, supone un punto en contra, ya que la mayoría de las personas si de entrada no van al cine porque piensan que es caro, los efectos ópticos no van a contrapesar el aspecto económico.

Pero en mi opinión el 3D si merece la pena, ya que nos teletransporta, según mi punto de vista a la mismísima silla del director y vemos todo con un realismo sin precedentes, sobre todo en las películas de animación, que hace que la visión plana de los personajes y paisajes se tornen con forma y lo hagan más real aún.

Otro punto a destacar, es que al público en general cuando le hablas de 3D se imagina un conjunto de escenas en las que algún elemento es proyectado fuera de la pantalla, como en Viaje al centro de la Tierra, pero es que el 3D del siglo XXI no era eso lo que pretendía, sino esa dosis de realismo puro y duro, que separa los planos y nos introduce en la película como un personaje omnisciente.

De ahí que de la película antes comentada, a Monstruos contra alienígenas, haya una gran diferencia que a mucha gente sorprendió.

Puede que en la película no hubiera piedras saliendo fuera de la pantalla, o miles de gotas de agua, pero si daba la impresión de que Bob, la gelatina de un solo ojo pareciera real en toda su viscosidad, lo cual a mi me pareció loable.

Pero la gran mayoría de las personas prefiere que las cosas se salgan fuera de la pantalla a que tengan más realismo… ¿Por qué? Por puro espectáculo, pero esto hace que las películas pierdan una gran calidad, ya que cuando se ruedan se cuidan mucho los aspectos que hacen referencia a las escenas de 3D y se descuidan todos los demás, haciendo que salgan bodrios como San Valentín sangriento, lo que produce que cuando la gente sale del cine comenta: Los efectos muy graciosos y reales, pero la película una mierda.

Esto, señores no es cine. Pero bueno, la noche es más oscura justo en el momento en el que va a amanecer, y esperemos que las tan promocionadas Avatar de Cameron, Toy Story 3, de la cual espero bastante (y supongo que todos los que compartimos una parte de nuestra infancia con el vaquero y el guardián estelar) y las películas venideras (las buenas), le den el empujón al 3D que aún le falta.

1 comentario:

  1. Bueno, pero ¿merece la pena? Ah, perdona, que ya has dicho que sí.

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