viernes, 24 de junio de 2011

Reset

Iremos por partes:

Hace apenas dos días fuimos a acompañar a nuestro ya amigo Manolo Madrid a un pueblo "cercano" a Valladolid llamado Langayo, en el cual iba a dar un recital de poesía. Yo acudí con especial interés puesto que aún no lo había oído recitar y, la verdad, no me decepcionó en absoluto.Además, el bueno de Manolo nos hizo publicidad y vendimos los dos ejemplares que llevamos de Guardianes de la Luz con facilidad. Después pudimos disfrutar de una agradable conversación con los habitantes del pueblo, en especial la alcaldesa, el cura y Marichi, una mujer que es jurado en el concuso Café Compás de Valladolid. Más tarde, con una compañía aún mayor, pudimos degustar una gran barbacoa que hicieron los habitantes del pueblo. Con la panza llena, Alejandro y yo dimos una vuelta por el pueblo, pues ya que habíamos ido, había que recorrer sus calles como poco. Decir que aunque Langayo sea pequeño es muy bonito y está coronado por una iglesia preciosa y sus gentes son de lo más agradables.

Pero la causa del reset, de ese volver a empezar, es que hoy he comenzado a reparar, mejorar y crear la segunda parte de Guardianes de la Luz, otra vez vuelta al trabajo, esperemos que para parir una novela mucho mejor que la primera y que haga las delicias de todo el mundo.

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