miércoles, 11 de agosto de 2010

Dos huevos es una tortilla

Un niño, tras llegar a casa, corre hacia la cocina, donde su padre está preparando mayonesa. Se saludan y enseguida el padre nota a su hijo extraño, y no duda en preguntarle:
-¿Qué te ocurre Iván?
-Nada –tras un largo silencio en el que su padre le taladra la mente, continúa-. Hoy… la señorita Susana nos ha hablado de la homosexualidad, y los mayores del colegio dicen que Pablo, mi mejor amigo es de esos mariquitas. ¡Yo no quiero que mi mejor amigo se bese con chicos, que asco!
Su padre se quedó totalmente atónito, dejó de remover la mezcla que estaba cocinando, que, sin lugar a dudas, se habría echado a perder con el parón. Después de cavilar un poco, inició una conversación que podría ser crucial en la educación de su hijo de 7 años:
-¿Y qué problema hay? En caso de que lo sea… ¿hay qué apedrearlo? ¿Vas a dejar de ser tú mejor amigo porque sea homosexual?
-Pero es que… si voy con él, creerán que soy su novio.
-Tampoco tú sabes si lo eres, sois ambos demasiado pequeños para saberlo –pensó de nuevo antes de seguir, aquel tema era algo peliagudo-. Mira, ven un momento que lo vas a entender enseguida.
Puso sobre la mesa de la cocina dos huevos encima de un plato y al lado la mayonesa, ya cortada.
-Como verás, para hacer una buena mayonesa, se necesitan huevos, pero además aceite, sal… y tiempo, son elementos diferentes que, si los mezclamos con sabiduría, obtenemos un alimento muy útil. Esto ocurre igual en la relación que tengo yo con mamá, que, gracias a que nos queremos, todo nos va bien.
-Vale, pero eso no me dice nada, papá –objetó confuso el niño.
-Ahora viene la explicación: si tú coges un huevo y lo mezclas con otro huevo, ¿no sale también una rica tortilla?
-Sí.
-¿Y a ti no te gusta echarle mayonesa a los huevos?
-Por supuesto, aunque me llaman raro por hacerlo.
-Eso ya no viene a cuento. El caso es que, tanto la mayonesa como la tortilla son dos alimentos compuestos por varios elementos, ya sean ingredientes iguales o distintos, ambos sirven para lo mismo, y sólo pueden subsistir gracias al amor y a la dedicación, si no, se cortan, como esta mayonesa que estaba haciendo antes de que llegaras. Gracias a ti me voy a llevar una buena bronca de mamá –el niño se rió-. ¿Has entendido lo que te he dicho?
-Sí papá. Todos podemos formar parte de distintos alimentos igual de ricos.
-Muy bien pequeño. Ahora vete poniendo la mesa, que si no después tu madre se enfada –y le dio un beso en la frente.

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