miércoles, 4 de noviembre de 2009

La nueva aventura de John Smith

Erase una vez una pareja de campesinos, los cuales vivían en las inmediaciones de Zamora, en la urbanización Siglo XXI. La mujer, que estaba embarazada, le entró el antojo de tener unas bellas flores de la vecina de enfrente, la cual decían que era una bruja. Pero como el marido, que se hacía llamar Capitán Trueno, no temía a la bruja, fue a robar las flores. Pero fue pillado in fraganti por la bruja, la cual dio las flores al capitán a cambio de su hija. Él aceptó.
El bebé nace, la hechicera aparece, le designa el nombre de Rapunzel y se la lleva. Cuando Rapunzel cumple doce años, la Hechicera la encierra en una torre en medio de Valorio, a la cual sólo se puede acceder a través de los dorados cabellos de la doncella.
Un día, el explorador John Smith paseaba por el pequeño bosque, cuando oyó a Rapunzel cantar desde su torre. Busco por todos lados la entrada al torreón, pero al no encontrarlo, se sentó en una roca y pasó horas y horas escuchando su dulce voz.

Al día siguiente, al llegar al frondoso bosque, vio como la hechicera llegaba hasta lo alto de la torre. De esta forma conoció la forma de llegar arriba. Después de que la hechicera saliera de escena, John le pidió que dejara caer su cabello, subió hasta donde estaba ella y le propuso matrimonio. Ella aceptó.

Juntos planearon una forma de sacarla de la torre: él irá todas las noches, evitando a la hechicera que la visita de día y llevará seda, con la que Rapunzel tejerá hasta formar una escalera. La hechicera descubre que el aventurero está visitando a Rapunzel, lo que la lleva a cortarle el pelo a Rapunzel y dejarla en el medio de un campo desierto de Sanabria.

Cuando el explorador llegó a la noche siguiente, la hechicera se ocupó de bajar las trenzas hasta donde estaba él. Cuando el aventurero se encontró con la hechicera en la torre, ella le dice que jamás volverá a ver a Rapunzel. Él, desesperado, salta de la torre, quedando ciego por las zarzas.

Deambuló algunos años antes de escuchar la voz de Rapunzel y la encuentra a ella con mellizos en brazos. En el reencuentro, Rapunzel llora, y esas lágrimas sanan los ojos de John Smith. Se besan y disfrutan de una agradable vida en un pequeño pueblo perdido en el monte, el cual la hechicera nunca podría descubir.

Y fueron felices y comieron perdices.




Te quiero =)

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