Este es uno de los artículos que he escrito para Curry Beef (http://currybeef.es/zeus-creador-de-todas-las-peliculas/) un Magacine cultural con el que colaboro actualmente, espero que os guste:
Mientras que Platón
deambulaba por su cueva en busca de la verdad, otros pensadores de la época
seguían su camino, y daban explicaciones aquí y allá sobre los fenómenos inexplicables
a través de la mitología, que constituía una protoreligión que derivaría en su
politeísmo.
Pero tampoco los griegos clásicos pueden
condecorarse con esta medalla al ingenio, ya que los primeros homo sapiens ya
nos dejaron impregnadas en las paredes imágenes secuenciales que denotaban una
clara intención educativa sobre aquello que les rodeaba.
Luego vinieron los egipcios, con sus
jeroglíficos y demás deidades, pero la primera religión que creó dioses a
diestro y siniestro, copando todas las inquietudes del mundo antiguo, fue la
griega. Los grandes pensadores helénicos crearon personajes humanos divinificados
que, a través de mitos o grandes epopeyas (actualmente se suelen desarrollar en
fábulas, con un sentido diferente), intentaban explicar para “Dummies” el
porqué de la muerte, los terremotos, el sol… en definitiva, todo aquello que no
podía ser demostrado de manera racional lo explicaban a través de estos
pequeños relatos. Todos conocemos El Laberinto del Minotauro, la creación de
los Titanes, el destierro de Hades por parte de Zeus al inframundo, su ayudante
Caronte… y, por último, pero no menos importante, ya que de hecho es el quid de
este artículo, las musas.
Antes de que se desarrollara la psicología
moderna y el conocimiento del cerebro llegara a fases tan avanzadas como las
del siglo XXI (y lo que queda), la inspiración creativa, ya fuera en prosa o en
verso, venía dada por un toque divino, y llegaba a nosotros a través de estas
bellas damas, que sorprendían al artista y lo iluminaban con la gracia de la
creatividad, ya fuera para pintar, rimar, dramatizar, etc.
Si os dais cuenta es un pez que se muerde
la cola, pues los propios intelectuales de la época tuvieron que mitificar su
propia forma de crear, quién sabe si por miedo a admitir que no siempre se
pueden tener buenas ideas, o a que ni ellos mismos sabían excusarse de otra
forma.
Por tanto, gracias a este toque divino, a
este ensalzamiento creativo, estos creadores mitológicos empezaron a
desarrollar unas estructuras dramáticas que pese a cambiar de cara y de nombre,
siguen llegando hasta nuestros días. Lógicamente a esta moda griega le
siguieron el resto, y hoy en día podemos ver textos míticos en la cultura
nórdica, romana, hindú, oriental…
Para que me entendáis mejor, os daré unos
pequeños ejemplos:
-La tragedia de Medea ha sido llevada al
cine o a la literatura en varias ocasiones y, en resumidas cuentas, trata de
una mujer que, abandonada por su marido y en plena locura, acaba con la vida de
sus hijos para hacerle daño a su congénere. Como podéis ver este mito es
perfectamente palpable en el mundo real, y sin salirnos de España tenemos el reciente
“Caso Bretón” para justificar esto.
-La Odisea: tras la guerra de Troya (otro mito, por cierto… no, no existió,
aunque si se hubiera estirado, por una vez Sean Bean no hubiera perdido la
cabeza ), Odiseo/Ulises se hace el malote y no agradece a los dioses la
victoria, por lo tanto, Zeus, cabreado, ordena a Poseidón que haga imposible a
Ulises volver a su querida isla Ítaca, en donde lo espera su amada Penélope,
que deberá aguantar durante años en abstinencia a que llegue su héroe (sí, ya,
y que más), quitándose de encima a los aduladores a base de coser y descoser un
telar. Esto, como podéis ver, es el camino del héroe, que tiene sus variantes,
ya que quien pone como objetivo llegar hasta la princesa, puede poner también la
destrucción de un anillo o devolver la paz a la galaxia. Un rasgo común que en
el mito original no aparece, es que el héroe suele estar acompañado por un
mentor que, por lo general, cuando no tiene más que enseñar a su discípulo o
porque mola, muere normalmente de forma trágica, como ejemplos podríamos tener
a Qui-Gon Yin, Gandalf (aunque después resucita), Ben Kenobi o, porqué no, a
don Vito Corleone.
Como ejemplos de estructura del héroe
podéis ver: “La princesa prometida”, “Regreso al Futuro”, o más recientemente,
“Django Unchained”, que basa su trama en el mito nórdico de Broom-Hilda. Como
veis el camino del héroe es uno de los más representados en el cine pero, a su
vez, es de los que más variantes admiten, por lo que da lugar a pelis muy
diferentes.
Entrando ya en
teoría, los autores contemporáneos que desarrollan esta teoría son Joseph
Campbell (con su obra: el héroe de las mil caras: psicoanálisis del mito), o
Chris Vogler (con su libro: el viaje de un escritor).
-Hércules: el mito del semidiós de
extraordinaria fuerza, que logró pasar todas las pruebas que le interpuso el
Olimpo, se puede ver en realidad como una muestra de la voluntad del hombre
para superar todos sus obstáculos y alcanzar sus metas. Esta estructura es
seguida al dedillo por la saga “Rocky”, “Yo, el Halcón” o “Carros de fuego”,
entre otras.
Como podéis ver, con el cine ocurre como
con las modas, son cíclicas, y la frase “esto ya está inventado” es más cierta
en el celuloide que en cualquier otro lugar, pero es normal, el ser humano
lleva inventado tramas desde que comenzó a contar historias alrededor de una
fogata, en las largas noches del paleolítico superior.
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