El cine, desde su creación, ha sufrido muchos
cambios en su producción, la primera, introducida ya en la primera década del
s.XX por la productora francesa Pathé, cuando el cine apenas tenía diez años de
edad. En el sentido económico, el cine ha evolucionado mucho más que
técnicamente, pero claro, es más interesante llenarse los bolsillos de dinero
que los ojos de bonitas imágenes, al fin y al cabo el cine no es más que otra
industria, necesita el dinero ante todo.
Pero el 7º arte se ha topado con Internet, y ha
visto ante él a un poderoso Goliat que tiene toda la pinta de ganarle si no
elige una buena piedra... hasta ahora sólo le ha lanzado piedras de arenisca,
los intentos por reenganchar a la gente al cine no han funcionado en exceso o
no han funcionado durante mucho tiempo (los videoclubs en su día, el 3D ahora)
Y de esto no se puede culpar a guionistas, ni a
directores, ni a actores, ni, por supuesto, a los exhibidores (y menos los no
pertenecientes a grandes cadenas de cines). Los productores son los verdaderos
culpables de que las salas estén más vacías; ellos son los que hacen la
película posible sí, pero por el camino que llevamos, en un futuro no muy
lejano, vamos a tenernos que hipotecar para entrar al cine.
Esto sucede porque el productor y sus distribuidoras
llevan acostumbrados a bajar el pantalón del consumidor desde hace décadas, y
han ido girando más y más la tuerca, y si muchos pequeños cines ya han tenido
que cerrar, cuando la tuerca llegue a su tope, al culmen de la paciencia del
consumidor, la muerte del cine será más verdadera que nunca.
En mi opinión, si no quieren cargarse todo este gran
engranaje que afecta a todo el mundo y que acabe relegado a los museos, deben
empezar a dar facilidades para su uso y disfrute, como ya está haciendo la
literatura con los ebooks, ¿Por qué no un cine virtual en casa, un gran
videoclub, con estrenos recientes y películas de todos los tiempos? Es un modo
de ver cine que en EEUU ya está teniendo su éxito y aquí está empezando a
asomar la cabeza con Wuaki.tv, pero yo creo que este tipo de servicios debe
incluir una tarifa plana asequible que permita ver tranquilamente y en buena
calidad desde tu sillón todas las películas y series posibles, sin dañar los
derechos de autor y, el productor, aunque con los pantalones algo bajados, con
el negocio a flote.
http://www.eldiadezamora.es/index.php?option=com_content&view=article&id=11414:los-traseros-intocables-del-cine&catid=17:opinion&Itemid=64
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