Estamos en Navidad, y muchas maquinarias se paran,
incluso las rotativas de los periódicos, pero no así ocurre con los engranajes
de la televisión y del Séptimo Arte. Antes, por lo que me consta, las fiestas
navideñas se quedaban entre las cuatro paredes de casa, se ponía "la
uno" y se veía lo que hubiera, más que nada porque no había más canales,
lo que incluía, por supuesto, ver el mensaje de Su Majestad el Rey o, si
nuestra retrospectiva es más amplia, del propio Generalísimo. Por entonces, en
una década u otra primaban en la tele y en los cines películas hogareñas y
familiares de calidad, como son las que versaban sobre textos bíblicos o del
corte del querido Paco Martínez Soria, lo cual incitaba a la unión, a cantar
villancicos, etc. Se abogaba por la familia, por unos valores que se perseguían
de por vida y, por qué no decirlo, el que se hayan ido perdiendo es culpa, en
parte, de la propia industria del entretenimiento y de la mala calidad de la
televisión y el cine en estas fechas.
Cómo me dice mi abuelo, antes era sagrado estar en
casa, ahora, como quién dice, la gente está deseando acabarse el "Ferrero
Roché" y la copita de "El Gaitero" para ir a la tasca de
costumbre a emborracharse porque "es Navidad", os puedo asegurar que
ver a vuestra abuela con una copa de más es más gracioso que llamar a la
ambulancia porque tu amigo del alma se ha bebido hasta el agua de los floreros. Y esto no ocurre sólo en Navidad, cada vez se aprovecha más cualquier
festividad para darle al bebercio, con los correspondientes accidentes; al
final se beberá hasta las tantas de la mañana del día de la madre, eso sí, la
cogorza en honor de la mamá, que llevará desde las once en la cama para poder
estar despierta para trabajar y pagarte a ti el resto de tus fastos.
No estoy diciendo que haya que volver a la época de
posguerra ni mucho menos, porque claramente el modelo está obsoleto... si ya se
jubiló al calvo de la ONCE, bien podría hacerse lo mismo con Raphael. José Mota
ya lo está haciendo con sus especiales de Nochevieja, pero si se quiere volver
a atraer a las nuevas generaciones al calor del brasero navideño hacen falta
mejores cosas en la televisión que Miguel Bosé cantando Los Peces en El Río en
riguroso diferido.
Te voy a recomendar a un director. Todos se meten con él diciendo que es uno de los peores directores que ha existido nunca, pero estuvo nominado al Óscar por la película "El sexto sentido". Si quieres empezar a ver sus películas empieza por ésta (Porque es un clásico), sin embargo las que vienen luego son consideradas unas mierdas, pero para unos pocos obras maestras.
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ResponderEliminarA mí no me lo parecen, aunque ciertamente la de Airbender no me gustó nada de nada, el resto no me parecen malas, ni mucho menos.