domingo, 11 de julio de 2010

Cuando uno es esclavo de lo que escribe

Viene a suceder, desde hace unas semanas en las que me embarqué junto con mi amigo y compañero en la edición del libro, que nos estamos volcando tanto en la correción que tenemos la impresión de que, por mucho que lo revisemos, siempre van a salir fallos y más fallos, y ya no nos queda nada, ya que el libro irá a imprenta a principios de Septiembre.

Escribo esta entrada, que decidí que la haría el otro día casi a las 3 de la mañana, despues de haber terminado la última correción (o eso creía yo).
Redacto estas pobres líneas para dedicar y agradecer a todos los blogger y escritores del mundo todo el tiempo que dedican a escribir, pero, sobre todo, el tiempo que dedican a repasar, engrandecer y dar más calidad a lo que escriben, por que, aunque es un proceso costoso y largo (proporcional al tamaño del texto), después, al ver el resultado, se te quita la idea de la cabeza de que ha sido tiempo perdido. Por no hablar que el lector te lo va a agradecer mucho más.

2 comentarios:

  1. A Pérez-Reverte le he visto contestar, en alguna ocasión que le han preguntado sobre las correcciones, que llega un punto donde tienes que dejarlo, porque si no, nunca publicarías el libro.

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  2. Cuando escribes siempre tienes un estado de ánimo muy diferente al que tendrás en el momento de la corrección, aunque sea sólo un poco más tarde... Porque un acento siempre habrá que ponerlo, pero la forma del texto varía. Ya lo dijo Asun jajaja! Seguro que si este comentario os lo hubiera dejado una hora antes sería totalmente diferente!
    Suerte!! :)

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