Y es verdad, porque no hay nada como oír tu vida en novela o en alguna que otra poesía ;)
Recojo el testigo de mi amigo
Otro caballero andante,
que aunque digan que viene de otro camino,
es más español que Rocinante.
Largas noches pasamos entre paredes frías
Contando sueños y batallas perdidas
Comiendo queso, bebiendo sin prisas
Pues no son historias cortas ni fortuitas
Recordábamos mejores tiempos
En los que todos hacían habladurías
De quien eran esos muchachos
Y para que se reunían
Locos nos llamaban
Los que después nos aplaudían
A todas horas nos hablaban
Y nunca nos aburrían
Entre todos kilómetros recorrimos
De un lugar a más de lo mismo
Buscando comida, cruzando caminos
Siguiendo el norte, a un mismo ritmo
Bebíamos por las noches
A la luz de la dama luna
Bailando como quijotes
Pero siempre volviendo a la cuna
Cantábamos canciones paganas
Al son de una guitarra manchada
Entonando con nuestras gargantas
No había quien nos ganara
Las reuniones no cesaban
Y la amistad iba en aumento
Pero algún día se mostraban
Algún que otro lamento
Aunque las carcajadas se seguían oyendo
algunas estaban muriendo
No eran ya seis amigos riendo
Si no seis amigos huyendo
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