¿Quién no vibra a día de hoy con la B.S.O de Pulp Fiction? ¿Quién no se sabe la canción principal de Grease? ¿O la del rey León?
Aunque claramente no todo son canciones importantes en el cine, las grandes composiciones de Hans Zimmer en películas como Gladiator, o la archiconocida de John Williams para Star Wars, se conocen en todos los rincones del mundo.
Pero... ¿Qué sería el cine sin música? Nada. El cine esta en simbiosis con el resto de arte, pero si es drogodependiente de alguno, esa es, sin duda, de la música.
Desde los inicios del cine, la banda sonora ha acompañado todas las grandes obras del cine. Desde las películas de Chaplin hasta las de Eastwood, pasando por las de Kubrick (autor que, por cierto, dio muchísimo uso a la música clásica en la mayoría de sus films).
Si no me creeis, haced la prueba: poned cualquier película, seleccionad los subtítulos y empezad a verla. Al cuarto de hora os estará entrando la morroda en el sofá, no os digo ya si estáis con la luz apagada.
Direis que los sordos pueden verlas perfectamente, a lo que yo respondo que como ellos nunca han oído nada, se pueden adaptar perfectamente a ver películas sin necesidad de ningún sonido, ya que ninguno le resultaría característico (con todo el respeto que cabe a las personas que sufren esta discapacidad)
Asique, a partir de ahora, cuando vayais a ver una película, y oigais como la música se funde perfectamente con las imágenes (una banda sonora se sabe que es buena cuando pasa desapercibida) y, en ciertas escenas da ese subidón que hace que los pelos se pongan de gallina o hace que tu cara esboce una sonrisa, no te preocupes solo de ver quién dirigió esa pelí o quien actúa, sino también de quien compone su música.
Un esfuerzo que pocos hacemos (me incluyo) es quedarnos en los créditos, pero, os aseguro, que no es ningún derroche de tiempo, ya que asistimos a un auténtico concierto. A veces las mejores canciones suenan al final. En el caso de Gran Torino, la canción que sonaba en los últimos minutos le valió el Oscar en su categoría.
Espero que a partir de ahora deis más credito a lo que oís y le deis tanta o más importancia que lo que veis, porque una batalla épica, una escena romántica, no es lo mismo sin la batuta de un buen compositor o la voz de un buen cantante.
Si habéis empezado por mí, mi gran amigo Alex está encantado de hablaros sobre el proceso de escritura.
Hasta la semana que viene!!
De hecho, cuando el cine era "mudo", había una orquestina en algunos cines que acompañaba la proyección, enfatizando algunas escenas con sus notas. En cines de menos postín, se las arreglablan con una pianola o con un simple manubrio u organillo. Así que mira si la música ha acompañado siempre al cine.
ResponderEliminarSisi, si estoy totalmente de acuerdo... hace días que no me paso por tu blog, a ver si pillo un rato y me meto ;)
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