John Smith es un aguerrido aventurero, que, en 2008, y tras descubrir un anuncio, vio que, si cruzaba una cordillera, llamada Amoris, que según los expertos, era mas difícil de cruzar que el propio Himalaya, obtendría como recompensa el mayor placer que un hombre puede buscar: La felicidad.
John ya se había aventurado en ese tipo de menesteres, pero según el anuncio, la recompensa que era ofrecida colmaba todos sus deseos. Asi pues, cogió su sombrero de aventurero y sus utensilios de escalador, los cuales eran impecindibles y emprendió la aventura. Le sorprendió ver que era el único que se había apuntado a tal hazaña. Al parecer y según dijeron los lugareños que vivían al lado del comienzo de la cadena de montañas, todo el que lo había intentado nunca había vuelto. Pero eso a John bien poco le importaba.
Tardó casi dos años en cruzar aquellos riscos y en varias ocasiones rozó la muerte. De vez en cuando, a lo largo del camino, obtenía alguna recompensa, pero no era ni la mínima parte de lo que, se suponía, esperaba al final de la Codillera Amoris.
Y llegó el dia en que el descenso culminó. Todo estaba desierto, no había nadie esperándole, nada de vítores, y mucho menos esos placeres que eran la recompensa. Aquello le frustró mucho, pero, tras varias semanas en las que creyó volverse loco, levanto cabeza y vio que otra montaña se extendia a unos kilómetros de distancia... ¿Y si se habia equivocado y había invertido todo ese tiempo en una empresa ficticia, falsa? Volver a empezar le resultaba duro y aunque la anterior experiencia no le había dado ni la más minima oportunidad de éxito, aunque su trabajo bien lo había valido, para el guardaba buenas experiencias y aunque había sido un mal trago, sabía que habia miles de aventuras que recorrer y que, esperaba, le depararan mejor fortuna. Asi que, por única respuesta os dire, que John Smith volteó su pico de alpinista como si de Billy el niño se tratara, se lo enfundó en su cinto, miró hacia adelante y comenzó a caminar hacia una nueva aventura.
^^..... y aun así... aunque cruce mil montañas, se seguirá acordando de la cordillera Amoris... y que aunque se pierda en el olvido la seguirá amando, en el fondo, como el primer día. Pues aunque no le reparó grandes beneficios, su experiencia como aventurero se vio incrementada enormemente...
Si se puede colocar un pie un metro más arriba o un metro más adelante...no lo dudes y sigue caminando
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