De la mano del creador Alberto Rodríguez nos llega el retrato de un España oscura de finales del siglo XX, quién sabe si por azar, quién sabe si por un tirón de orejas de director y guionista a la sociedad española actual.
Gracias a una extraordinaria dirección de actores que puede unir al tanto serio como fantástico Antonio de la Torre con el joven Mario Casas, que, por suerte para él, se comienza a alejar de películas para niñas con
su primera menstruacción.
Previsible, sí, pero también muy inquietante, cómo todas las películas que nos enseñan la vida tal y como son, como todas esas películas que te olvidan que estás en una butaca. Todavía hay eruditos que dicen que el cine
español es malo, y puede que Mario Casas eche hacia atrás a mucha gente que le pueda interesar ésta película, pero creédme si afirmo que grupo 7 es una película que hace que el cine español de este año siga con el listón muy alto.
