lunes, 23 de noviembre de 2009

El dinero no lo salvó...

"Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada causa una dulce muerte"


Leonardo Da vinci



Dirán, diremos, decimos, digo.... que la unidad de tiempo más importante es el día, o la hora...esto en cuanto a importancia personal, ya que siempre se habla del mejor día de tu vida, o de la mejor hora del día...
Pero sabéis que os digo...la unidad de tiempo más importante es el segundo, ya que siempre suele ser el punto de inflexión para que una cosa vaya bien o mal...no es necesaria una hora, un minuto, con un segundo la vida se te puede ir al traste o por el contrario llevarte a su culmen.

El porque de esta reflexión es muy simple...

Ayer, día 30 de Marzo del 2008, estaba en una capea (una especie de acampada con corrida de vaquillas de por medio) con mi familia. Dicha capea estaba organizada por el jefe de mi padre, José María, alias "el Cheriff".
Todo transcurrió con normalidad hasta que llego la corrida.
De por medio hubo una comida en la que toda la empresa comió junta, desde el puesto más alto asta el más bajo. El "jefe" se mostró cordial con todo el mundo y dio un bonito discurso al principio de la comida y un brindis al final. De por medio bromeo con el asunto de las vaquillas, y de que había contratado un seguro por si alguna se quedaba viuda aquella tarde... aquellas fueron las palabras que más se recordaran para siempre por los presente.
Como iba diciendo todo transcurrió con normalidad hasta que llegó la capea en sí.
Los más jóvenes se tiraron al ruedo, mientras los más veteranos se quedaron en las gradas (yo me incluyo, no soy mucho de vaquillas). Como la cosa no estaba animada en exceso, el jefe, se bajó y comenzó a torear con no cierto estilo...pero 54 años son 54 años... la primera vaquilla le pegó varios revolcones, pero nada serio.
Soltaron a la segunda vaquilla, de menor tamaño pero más rápida.
En esto que el jefe se puso un casco de moto, por si se daba algún golpe...después de otro revolcón se lo quitó, lo peor que pudo hacer en toda su vida, ya que no habían pasado dos minutos, cuando la vaquilla lo volvió a embestir y él se apartó hacia atrás de un salto, golpeándose la cabeza de una forma brutal. Quedó seco en el acto. Apenas una hora más tarde murió.

Nada pudo hacer la asistencia médica, que aunque llegó lo más pronto posible, tardó 30 minutos en llegar al lugar de los hechos, más otros 20 que tardó el helicóptero en llegar desde León (aproximadamente).

Conclusión: Veréis que esta muerte es de las que no desea nadie, porque, decidme si es o no una bobada...
El caso es que este hombre regentaba tres empresas de publicidad, ambas movían mucho dinero y daban de comer a 60 familias, entre ellas la mía.
Ahora no se sabe que va a pasar...pueden pasar dos cosas...que los hijos se hagan cargo de la empresa, que seria lo mas normal, o que la familia se desentienda, cierre la empresa y vayan todos a la calle... lo peor que podría pasar.

Pero bueno, esto es para que veáis lo que puede pasar en una actividad tan simple. Tened cuidado...la muerte siempre esta a la vuelta de la esquina...disfrazada de coche, de moto o de la cosa más inverosímil...


Y ya nada más....tan solo decir que José María, hombre adinerado y de las personas más pudientes de la región...falleció ante toda su empresa y su familia...cosa que no se merecía porqué él no era de los típicos ricos cabrones, no, el era una muy buena persona y ayudaba económicamente a todo el que lo necesitaba...





Descansa en paz.






¡Salud y buenos alimentos!....... que al fin y al cabo es lo que se necesita de verdad....porque decidme... ¿le sirvió el dinero de algo?

miércoles, 4 de noviembre de 2009

La nueva aventura de John Smith

Erase una vez una pareja de campesinos, los cuales vivían en las inmediaciones de Zamora, en la urbanización Siglo XXI. La mujer, que estaba embarazada, le entró el antojo de tener unas bellas flores de la vecina de enfrente, la cual decían que era una bruja. Pero como el marido, que se hacía llamar Capitán Trueno, no temía a la bruja, fue a robar las flores. Pero fue pillado in fraganti por la bruja, la cual dio las flores al capitán a cambio de su hija. Él aceptó.
El bebé nace, la hechicera aparece, le designa el nombre de Rapunzel y se la lleva. Cuando Rapunzel cumple doce años, la Hechicera la encierra en una torre en medio de Valorio, a la cual sólo se puede acceder a través de los dorados cabellos de la doncella.
Un día, el explorador John Smith paseaba por el pequeño bosque, cuando oyó a Rapunzel cantar desde su torre. Busco por todos lados la entrada al torreón, pero al no encontrarlo, se sentó en una roca y pasó horas y horas escuchando su dulce voz.

Al día siguiente, al llegar al frondoso bosque, vio como la hechicera llegaba hasta lo alto de la torre. De esta forma conoció la forma de llegar arriba. Después de que la hechicera saliera de escena, John le pidió que dejara caer su cabello, subió hasta donde estaba ella y le propuso matrimonio. Ella aceptó.

Juntos planearon una forma de sacarla de la torre: él irá todas las noches, evitando a la hechicera que la visita de día y llevará seda, con la que Rapunzel tejerá hasta formar una escalera. La hechicera descubre que el aventurero está visitando a Rapunzel, lo que la lleva a cortarle el pelo a Rapunzel y dejarla en el medio de un campo desierto de Sanabria.

Cuando el explorador llegó a la noche siguiente, la hechicera se ocupó de bajar las trenzas hasta donde estaba él. Cuando el aventurero se encontró con la hechicera en la torre, ella le dice que jamás volverá a ver a Rapunzel. Él, desesperado, salta de la torre, quedando ciego por las zarzas.

Deambuló algunos años antes de escuchar la voz de Rapunzel y la encuentra a ella con mellizos en brazos. En el reencuentro, Rapunzel llora, y esas lágrimas sanan los ojos de John Smith. Se besan y disfrutan de una agradable vida en un pequeño pueblo perdido en el monte, el cual la hechicera nunca podría descubir.

Y fueron felices y comieron perdices.




Te quiero =)